Charly García surfea su cuidado plan de desintoxicación con mucha serenidad. Si bien no adhiere a la vida monacal, en la previa de la entrevista hace notar que los temas altisonantes ya fueron por la sencilla razón de que optó por seguir su tratamiento con responsabilidad. No es una imposición para direccionar el diálogo sino una apuesta por el sentido común: mucho se ha publicado ya acerca de los desencuentros con su hijo Migue, como así también sobre la proposición de casamiento a su joven novia Mecha Iñigo. Volver sobre esos tópicos sería redundante, sin dudas. Aparte, hablamos de Charly García. ¿Está claro quién es Charly García? Claro, es ese músico formidable capaz de refractar el devenir sociocultural como ninguno; el mismo que, tras obras monumentales, se convirtió a un maldistismo que hizo que la obra quedara afectada por las desmesura del personaje que la construía.
Aunque estacionado en algún limbo químico, el Charly actual parece otro pero es el mismo, así que las inquietudes tienen que estar a la altura de un prócer del rock argentino. Lo primero que le cuento, es que vi su concierto en el Conrad del Punta del Este, parada previa al show eterno que ofreció en Cosquín Rock en febrero pasado. Y le recuerdo que en esa ocasión saludó con un "hola chetos, ojo no lo digo de modo despectivo; soy un artista con códigos. Yo soy comunista pero veo a Tinelli". Ahora le pregunto qué quiso decir, si hubo algún dejo de ironía en la cuestión. "Como decía Dalí, ‘la diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco'. Entiendo el morbo del espectador, que busca que personas tratadas como ratas de laboratorio en un reality hagan cosas moralmente dudosas sólo para ganar un concurso. A mí no me agarrarían ni en pedo para estar encerrado tres meses en una casa, pero entiendo lo que le fascina a la gente. A eso iba cuando cité a Tinelli. Es un tipo que conozco", analiza. Luego remata: "No es que lo conozco a él, conozco su metodología; entiendo cómo van a pegar sus gestos. Es súper de barrio. Lo que dije fue un comentario para contrarrestar a Mirtha, que vive en una burbuja y no sabe cuánto sale el colectivo. Yo tampoco sé cuánto sale... Es como si estuviera tocando las 24 horas del día. No escucharía nada, ¿viste? Lo que pasa afuera hay que intuirlo".
Inmediatamente, le observo que en un tema de su último disco de estudio, Kill Gil, canta "los fantasmas resisten la vulgaridad". Si se tiene en cuenta la respuesta anterior, se puede concluir que, por más sofisticado que sea, Charly también sabe interpretar "el llano más absoluto". "La vulgaridad, en ciertos círculos, como charlas de amigos y hablando de música, no la tolero. Pero puedo aceptar la vulgaridad de un parque de diversiones, por ejemplo. No tengo conflictos con la idea de pasarla bien. Pasarla bien, no en el sentido de ir de joda todo el tiempo, ni de comprometerse con nada, o comprometerse con mierda... Quiero decir, si tuviera mil millones de dólares no sé si sería más feliz. Quizás me eleve algo más vulgar. ¿Me explico? La vulgaridad es necesaria".
Ya que saltó el tema Kill Gil, editado finalmente en físico como un disco para mirar, resulta oportuno consultarle a Charly si tenía la necesidad de publicarlo, si era algo que tenía que sacarte de encima. "Ese disco empezó como un trabajo muy entusiasta -contesta-. Grabé en Nueva York, en un estudio análogo, con instrumentos viejos y Andrew Loog Oldham de productor. Lo que pasa es que alguien lo filtró en Internet... Es como si lo hubieran twitteado ¿no? Entonces, la compañía discográfica utilizó esa situación para enrarecer todo. Dijimos con Andrew ‘esto es work in progress, no está terminado'. Y pusimos manos a la obra para dar con otra versión".
Para llegar al Kill Gil disponible en disquerías, Charly revela que tuvo que hacer un laburo de capa sobre capa. "Lo philspectoricé (alude al productor Phil Spector) al disco, logré de nuevo la pared de sonido, el wall of sound. Era muy lindo como estaba antes, también, más crudo más rockero. Pero como SNM y La hija de la lágrima, creo que Kill Gil es un disco que parece no ir a ningún lado, no tener destino, pero que, tras escucharlo tema por tema, le encontrás algo fantástico", completa.
Una vez que terminó con la espontánea mercadotecnia a favor de Kill Gil, le cuento a Charly que Andrew Loog Oldham acaba de publicar su autobiografía (Rolling Stoned), en la que hace gala de una memoria formidable. Entonces, le pregunto si él podría regodearse en los detalles de idéntica forma; en otras palabras, si haría una autobiografía por más que ya tiene una bio autorizada (No digas nada, de Sergio Marchi). Contesta pero se cuelga un poco: "Al don de la memoria lo tengo, porque con Andrew hablamos de discos, instrumentos, cómo se grabó tal o cual tema. Hay mucha conclusión ahí. Andrew no es un técnico de sonido, ni un arreglador académico. Va más por el feeling, y tiene un gusto exquisito más refinado. A Kill Gil lo agarré como una pintura. Viste que las pinturas nunca se acaban sino que en un momento las dejás, bueno así. Las canciones de Kill Gil, dentro de un tiempo, van a ser clásicos como Adela en el carrusel".
"Para hablar de mí tan exhaustivamente, me tendría que hacer budista... No puedo sacar toda la verdad tan de repente -precisa-. Porque si uno se pone hablar las cosas así sin más... Tengo un solo ofrecimiento, y es de Fito Páez. Él me dijo que tenía que hacer una autobiografía. Yo contársela a él. Pero me dio una fiaca tremenda. Por otro las autobiografías autorizadas no son la posta; están mejor las bio no autorizadas" .
Al revisitar Kill Gil, suele imponerse la adaptación de Whatching the wheels, de John Lennon, donde García dice que lo considerarán loco haga lo que haga, y que le dan consejos buenos para nada. Bueno, Charly, algún consejo valioso debés atesorar, le digo. Sobre todo en momentos como éste, en el que sigue un tratamiento monitoreado por el poder judicial. "Es una situación muy extraña cuando alguien decide por vos. Pasar por clínicas y todo eso, se vuelve un tema delicado. Mucha gente me ayudó, pero si tuviera que elegir a uno entre ellos, elegiría a Palito (Ortega). Venía todos los días a la clínica, hizo trámites complicadísimos. Prácticamente, él no pudo vivir en su casa para que yo estuviera allí descansando. Y realmente, disfruté mucho de las charlas sobre el click que le hizo a él Elvis Presley. Yo soy más de The Beatles, así que saqué cosas muy ricas al conversar con él. Creo que hay que ser inteligente, de vez en cuando evitar alguna tentación. Ya me acostumbré. Lo peor de la crisis ya pasó", rememora.
En sus últimos shows, Charly García ha incluido Rap de exilio y Rap de las hormigas. Es más, en alguno se jactó de ser inventor del rap en español y le tiró algunos venenillos a Calle 13. "Yo inventé el asunto del rap en español, es así. Si empezás a buscar los discos, lo concluís sin más. Hice uno de rap con (Enrique) Pinti. Y en el próximo no sé si repearé, pero usaré tecnología de última generación aplicada a ciertos sonidos negros, quizá".Cuando le apunto que es curioso que un músico con antecedentes eruditos como él se haya movilizado por un género repetitivo y callejero como el rap, García analiza: "El rap no tiene música, le falta un elemento clave entre armonía, melodía y ritmo. El rap no tiene melodía, pero se pueden hacer cosas piolas con él. A mí me gustan los discos que hablan... La primera vez que escuché la palabra rap me causó gracia, pero al toque me enganché en Nueva York con los negros que improvisaban con sus electrodomésticos, sus parlantes".
"La personas que venimos de europeos... Europa construyó su música y le puso música clásica; es una construcción que obliga a no ser música a todo lo demás. Mi profe me cagaba a pedos cuando componía una canción, por ejemplo. Como sea, vengo de muchos discos de capa sobre capa y lo cierto es que me gustaría hacer algo más despojado. El rap es una herramienta para tal fin. Pero entiendo al rap en los términos de Prince, que dice más de lo que rapea. El rapero, rapea; Prince expresa de un modo más consistente porque saber cantar", completa.
Para el cierre, me había apuntado ese pasaje de la letra de Demoliendo hoteles que dice "todos crecimos sin entender y todavía me siento un anormal". Puesta en este contexto, donde se celebra la militancia y se revisan los expedientes setentistas de todos, la lírica puede ubicar a Charly en un lugar de descompromiso ideológico. Pero al toque devuelve: "Yo era comunista revolucionario. En esa época, el enemigo era tan obvio, que no importaba de qué palo venías... Con un poco de sentido común te dabas cuenta del horror y luchabas contra él. Pero la forma que mejor me resultó fue desde lo que decía en el escenario, mis forma de vestirme y desfachatez. Y la metáfora, claro. Yo milité con la metáfora".
En vivo
Charly García actuará el sábado 18 de junio, desde las 21.30, en Orfeo Superdomo (avenida Cardeñosa 3450). Precios: $ 430 (golden ticket), $ 210, $ 180, $ 150, $ 130 y $ 120. Se venden en Tiendas Vesta de todos los Dinosaurio Mall.
Por: germán Arrascaeta
Fuente: Vos
¡Mañana sale el sexto número de La Garganta Poderosa, la primera revista de cultura villera dirigida, escrita, fotografiada y financiada por vecinos de las villas latinoamericanas! ¿Tapa? Charly García. Say no more. (www.lapoderosa.org.ar)
ResponderEliminar... para cuando algo nuevo Charly!!! para cuando algo compuesto en la etapa post internación??? "Deberias saber por qué", es anterior a la última internación, "Mundo B" iba a formar parte de Kill Gil y lo venís tocando desde el 2007 + o -, "Pagaras con intereses" es de la época de El Aguante!!(1998), "I´m calling you" es un cover y "Oh tía" es un tema hecho "en joda" como saludo Navideño en el 2007, y podría ser tranquilamente un tema del Pity Alvarez. Solo "Medicina del amor" y "Yo ya sé" puede considerarse nuevo. Sos uno de mis ídolos musicales flaco, no me defraudes...NECESITO UN DISCO NUEVO CHARLY!!!
ResponderEliminar