lunes, 31 de octubre de 2011

CHARLY GARCIA & THE PROSTITUTION "DETRÁS DE LAS PAREDES"

SEXAGENARIO CHARLY FESTEJÓ SUS 60 AÑOS COMO MÁS LE GUSTA: ARRIBA DEL ESCENARIO, ACOMPAÑADO POR MÚSICOS Y AMIGOS.
Los inmortales acordes de Instituciones ( Yo miro por el día que vendrá, hermoso como un sol en la ciudad...) dieron inicio a “Detrás de las paredes”, el segundo de la serie de tres shows temáticos en los que Charly García festeja sus 60 años interpretando 60 canciones distintas: una especie de “García y sus bandas eternas”, parafraseando al concierto que Spinetta dio hace dos años. Del primero de los recitales, sólo se volvieron a tocar los bises ( Desarma y sangra , Eiti Leda , Fanky y la citada Instituciones ) más el agregado, fuera de la lista que aparecía en el programa de mano, de La sal no sala con Juanse de invitado. Por lo demás, la estructura fue la misma: el repaso inicial de toda la discografía de García y las voces en off de Graciela Borges y Juan Alberto Badía en los intervalos.
Pero está la música, y en esta oportunidad Charly fue de menor a mayor. Las dos decenas de hitazos que interpretó recorrieron toda su trayectoria, pero después del parate mínimo que hubo tras Influencia (“Un tema de Todd Rundgren, uno de mis ídolos”, como bien se ocupó de aclarar el Bicolor), Fantasy colocó a la banda en un estado de cocción justa para lo que siguió pegado, que no fue poco: Canción de Alicia en el país , No soy un extraño , No me dejan salir y No llores por mí, Argentina , una atrás de la otra, como una andanada de jabs de knock out en el rostro de un público dichoso de recibir semejantes trompadas en forma de canciones.
Para ese entonces, su banda The Prostitution también demostraba estar bien en forma. La adición del polifacético Fernando Samalea y de un terceto de cuerdas dirigido por Alejandro Terán reforzaron la base rockera que posee el trío chileno que secunda a García desde hace años con aires que iban desde lo tanguero ( Influencia y No soy un extraño con Samalea al bandoneón) hasta lo clásico ( Desarma y sangra con Charly al piano y las maderas secundándolo de fondo), pasando por refuerzos en la percusión (Samalea golpeando una batería con forma de maniquíes en Yendo de la cama al living ). Fabián Vön Quintiero (ataviado con un antifaz, como buen Zorrito) y el Negro Carlos García López brillaron como siempre, y los coros de Rosario Ortega cumplieron, aunque tenga que jugar con la baraja más difícil: ocupar el puesto que fue propiedad, desde la vuelta a los escenarios de Charly, de la irremplazable Hilda Lizarazu.
Pedidos de aplausos a Gustavo Cerati y a Pappo, el recuerdo a Mercedes Sosa en Cuchillos e Inconsciente colectivo , desmentidas sobre una supuesta afición al yoga, alusiones en broma a managers que se quedan con su dinero: la lengua de García estaba afilada, y una sonrisa constante daba cuenta de que la estaba pasando bien. Y después del final, al notar que nadie se había movido de sus butacas, hubo un par de temas fuera de programa: Piano bar y Canción para mi muerte . “Se lo ganaron, ya que se portaron muy bien”, señaló Charly. El también había hecho lo suyo con muy buena letra.

Por Pablo Strozza
Fuente: Clarín

Temas:

1.Instituciones
2.Pasajera en trance
3.Rezo por vos
4.Yendo de la cama al living
5.Necesito tu amor
6.Hablando a tu corazón
7.Influencia
8.Fantasy
9.Alicia en el país
10.No soy un extraño
11.No me dejan salir
12.No llores por mi Argentina
13.Estoy verde
14.Inconciente colectivo
15.La sal no sala - Invitado Juanse
16.Promesas sobre el bidet
17.Perro andaluz
18.Rasguña las piedras
19.Desarma y sangra
20.Eiti Leda
21.Funky
22.Piano bar
23.Canción para mi muerte

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