El documental que nos muestra como en una noche de verano de 1994 Charly García crea una canción en la sala de Fitz
Roy que le perteneció por más de una década, será proyectado en el mismo
lugar que se filmó.
La sala de Ensayo de Charly en Fitz Roy 1245
En 1993, con el dinero ganado en la reunión de Seru Giran, Charly
compró la casona de Palermo viejo, ubicada en la calle Fitz Roy al 1245. El
lugar que había pertenecido a un conocido suyo llamado Basbus se convirtió por mucho tiempo en su bunker
creativo y ofició al mismo tiempo de casa, sala de ensayo, estudio de grabación
y oficina.
Durante ese tiempo se accedía por una puerta de hierro y
vidrio a una sala de estar con un retrato de Miles Davis. Los dos ambientes del
frente eran oficinas: la más chica estaba ocupada por Laura y Cecilia,
secretarias de García, y la que daba a la calle, bastante amplia, era el
despacho de Charly, allí hacía los reportajes, reuniones con sus músicos y
demáses.
Una vez que se transitaban dichas oficinas, se llegaba a un pasillo cuadrado con tres salidas: una
daba a la cocina que se usaba como bar; otra al baño y la que pasa a la sala. La sala era un lugar muy espacioso con paredes
de ladrillos a la vista del tamaño de una pista de patinaje estándar.
En el fondo había, y aún hay, una pileta de natación. Frente
a ella había una casa adicional de dos plantas con cocina, living, baño y dos habitaciones,
una en la planta baja y otra en la alta. En ella durante unos tres años vivió “La
Bruja” Suárez, el armoniquista per ese
entonces amigo de Charly que poco después de irse, le inicio una demanda civil
por “trabajo de casero” de alrededor de quince mil dólares a García. Según
cuenta Fernando Samalea en su libro "Que es un Long Play", “la
energía del lugar era encantadora y allí Charly mantenía un excelente humor y
lográbamos muy buenos ensayos, a veces a pura charla y recuerdos".
Anecdóticamente en el verano del 99, mientras Charly seguía con
su música y sus polémicas por la costa bonaerense, la sala fue usurpada. Según contaron
algunos vecinos durante poco más de un mes estuvo ocupada por tres
familias y podía verse la puerta con los vidrios rotos y cerrada con una cadena
con candado. El desalojo fue rápido e incluyó a un Charly vestido de bombero, y
así pudo preparar el recordado recital más convocante de su historia en Puerto
Madero y gestar el regreso de Sui Generis en su sala. Finalmente, ya en la
segunda parte de la década del 2000, y con el lugar prácticamente en estado de
abandono total, García decide deshacerse de la histórica locación apremiado por
algunos problemas económicos.
Así fue que en el 2006, el artista plástico Omar Lotito le compró
la casa y la usó algunos años como atelier. En el 2010 el artista falleció tempranamente
y, tras unos años -en el 2016- sus familiares decidieron remodelar y transformar
la casa en “El Taller de Omar”, un espacio artístico para rememorar su obra y
realizar diversas exposiciones y actividades culturales. Ademas, durante el traspaso a
su último dueño algunos objetos pertenecientes al “universo say no more” quedaron en la casa y sobrevivieron
hasta hoy y son allí exhibidos.
El Film
Una noche de verano de 1994, mientras preparaba su disco La
hija de la lágrima, Charly García invitó al director Alejandro Chomski a filmar
una larga sesión en su estudio de Fitz Roy. Entre anécdotas, improvisaciones
musicales y chapuzones en la pileta, el realizador atrapó la intimidad del
mítico artista y de sus colaboradores de entonces: Fernando Samalea, Fabián Von
Quintiero, María Gabriela Epumer y el ex Manal Alejandro Medina. La película no
sólo expone el particular e intenso proceso creativo de Charly (capaz de
escribir una letra en el momento y pasar horas creando sobre una base rítmica
hasta completar y grabar un tema en cinta) sino que también transmite una
fuerte sensación melancólica, sobre todo cuando el protagonista le recita a
Epumer (quien fallecería en 2003) los versos de Existir sin vos una canción que
quedo inédita.
La cita será este miércoles 16 de agosto a las 19 hs en Fitz
Roy 1245 y la entrada es libre y gratuita. Después de la proyección, Chomski y
el productor de la película dialogarán con el público y se podrán recorrer los
espacios de la casa.
Hernán para Cinema Verité
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