martes, 26 de octubre de 2021

Como se gestó el regreso de Charly García en el Centro Cultural Kirchner

 


Un sillón especial. Una invitada de lujo. Una artista con un apellido célebre en el espacio. Un funcionario del que es amigo. Una foto antigrieta. El sábado 23 fue el cumpleaños 70 de Charly García, y en el evento en el que se lo homenajeó en el Centro Cultural Kirchner (CCK) hubo mucho rock pero también, en un segundo plano, política. 

La jornada por el aniversario del músico se planeó en silencio durante más de tres meses. La idea surgió de varios del círculo del rockero y también en las mentes de los directivos del CCK y de algunos miembros del oficialismo. Entre ellos fue clave el trabajo de Matías Capeluto, politólogo director de la “Casa Patria Grande”, el  organismo cultural que depende de la Secretaría General de la Presidencia. Él es nieto de un reconocido tanguero porteño, que además tenía una particularidad: su secretaria era hermana de la histórica secretaria de García. “Cape”,  como le dicen sus allegados, es presidente del partido “Red por Buenos Aires” y conoció a Charly de pequeño pero recién con los años fue ganando confianza. De 2015 para adelante era frecuente ver al músico en “Random”, el bar que Capeluto tenía en Palermo y que tuvo que cerrar durante  la pandemia.

De hecho fue él quien le llevó a Charly la idea de armar el evento en el CCK, que originalmente no tenía su presencia. Fue decisión del músico, en los días previos al show, presentarse a tocar con su banda. Y ahí le pidió un favor al funcionario: que hable con Eduardo Valdés, el diputado íntimo amigo del Presidente y la vice, para tocar sobre su sillón. Es una pieza del estilo de una vieja peluquería que el conocido peronista tiene en su local “Café las Palabras”, y que García ya había usado en el Luna Park a fines del 2019. De hecho, cuando terminó ese recital, el músico y su banda -entre otros invitados- fueron a lo de Valdés.


Say no more. Los que organizaron el evento se impusieron la idea de no “politizar” el cumpleaños. Por eso no hubo ni alfombra roja ni invitados vip, salvo por una excepción: Hebe de Bonafini. Fue un pedido del mismo García, que hacia tiempo no hablaba con ella. A la cofundadora de Madres de Plaza de Mayo la hicieron pasar antes de que ingresara el público, y esperó a que arrancara el recital en su asiento en la primera fila. Durante el show cruzaron un saludo y después se vieron. Hebe le regaló el pañuelo que llevaba puesto.

Después del recital de García hubo otro, con músicos invitados. Entre ellos estaba María Eva Albistur, la hija bajista de “Pepe”, el esposo de Victoria Tolosa Paz. Su hija, que también es compositora y cantante, tocó varias veces con Charly y con Joaquín Sabina. Además hubo un rato para una foto de color anti grieta: Enrique Avogadro, ministro de cultura porteño, pasó por el CCK y posó junto a su par de Nación, Tristán Bauer. Que sea rock.

Por JUAN LUIS GONZÁLEZ

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